Edición: 2024
En el marco de la estrategia del Pacto Verde Europeo, en junio de 2023 la Unión Europea (UE) adoptó
un nuevo Reglamento sobre Deforestación (RD). En virtud de este, a partir del 30 de diciembre de 2024
solo se podrán comercializar en su mercado ciertas materias primas (café, carne bovina, soja, cacao,
aceite de palma, madera y caucho) y sus derivados respecto de las cuales se pueda acreditar que no
provienen de tierras deforestadas desde 2021. Se estima que en 2022 las exportaciones regionales a la
UE de los productos incluidos en el RD se ubicaron en torno a los 26.800 millones de dólares,
equivalentes al 21% de los envíos totales de bienes a ese mercado. Los productos de la soja
representaron el 46% de dicho monto, seguidos del café (25%) y la madera y sus derivados
(principalmente celulosa), con el 15%. Asimismo, se estima que en promedio 4,4 millones de empleos
(directos e indirectos) estuvieron asociados a la exportación desde la región a la UE de productos
incluidos en el RD entre 2021 y 2023. De ellos, 3,15 millones de empleos (el 71%) están asociados a la
exportación de café.
El RD plantea un gran desafío a los países de la región, ya que, para poder seguir exportando al
mercado comunitario a partir de enero de 2025, los productores situados en sus territorios deberán
cumplir en plazos breves con exigentes obligaciones de transparencia y trazabilidad que pueden superar
sus actuales capacidades tecnológicas, financieras e institucionales. Sin perjuicio de ello, dicho
instrumento puede ser un catalizador del urgente combate a la deforestación en la región.
El RD prevé mecanismos de cooperación con terceros países para facilitar el cumplimiento de sus
disposiciones. Es crucial que la UE y sus Estados miembros implementen prontamente dichos
mecanismos con los países de la región, por ejemplo mediante programas de transferencia de
tecnología y buenas prácticas de trazabilidad. La existencia de una amplia red de acuerdos de asociación
entre la UE y países y agrupaciones de América Latina y el Caribe debiera facilitar esta labor, al igual que
la presencia de empresas europeas en las cadenas de valor de varios productos incluidos en el RD.