Edición: Sep 2021
La infraestructura es un factor clave para el desarrollo sostenible por su aporte en múltiples dimensiones. No solo contribuye al crecimiento de la economía y la competitividad de las empresas, la integración del espacio nacional y regional y la diversificación del tejido productivo, sino que también ayuda a impulsar la inclusión social y la protección del medio ambiente, mejorando así la calidad de vida de las generaciones presentes y futuras.