Edición: Mar 2021
Durante la última década, América Latina ha sido testigo de una gran expansión de la telefonía celular. Sin embargo, el despliegue de conectividad no ha alcanzado a las zonas rurales aisladas, habitadas por población dispersa y de bajos ingresos, y limitadas por las barreras de acceso, transporte e intercambio de información. La brecha digital que sufren estos territorios ahonda en el círculo de la pobreza, ya que además de dinamizar la economía local, las TIC (tecnologías de la información y las comunicaciones) permiten acercar servicios esenciales allá donde las barreras geográ!cas y sociales impiden su despliegue.