Edición: Feb 2021
América Latina y el Caribe ha experimentado una disminución significativa de sus niveles de mortalidad en los últimos 70 años como consecuencia de profundas transformaciones demográficas, socioeconómicas y culturales. Estas se expresan en el mejoramiento de las condiciones de vida y de la urbanización, en el aumento del nivel educativo y en los avances en materia de salud.
Todo ello ha tenido un impacto sin precedentes en el aumento de la esperanza de vida. A mediados del siglo pasado, la esperanza de vida al nacer de la región era de 51,4 años; en el período comprendido entre 2015 y 2020, alcanzó los 75,2 años (Naciones Unidas, 2019).
Durante los últimos 70 años, la región también ha registrado un cambio sustantivo del perfil epidemiológico y de la distribución de las causas predominantes de muerte. Ello ha ido de la mano de una transición demográfica caracterizada por un proceso acelerado de envejecimiento poblacional.