Distribución y uso de la renta hidrocarburifera en Tarija

6 de octubre de 2020

Edición: Oct 2020


Bolivia experimentó, durante el periodo 2009 al 2014, notables índices de crecimiento en lo que refiere a su Producto Interno Bruto (PIB), así como un incremento en el nivel de consumo de la población, acompañado de una importante reducción de la pobreza y desigualdad en varios departamentos del país, resultados que, en gran medida, han sido explicados por los elevados precios internacionales de las materias primas que el país exporta. Sin embargo, tras una caída considerable en los precios internacionales del barril de petróleo desde el año 2015, el panorama se ha tornado sombrío y representa un desafí o para el país desarrollar políti cas que busquen aplacar los efectos macroeconómicos y fiscales de este nuevo contexto, y su efecto en los ingresos por exportaciones.

Este documento, de manera inicial, apunta a analizar el régimen fi scal aplicado a la acti vidad hidrocarburífera en Bolivia, y en parti cular en el departamento de Tarija, principal productor de hidrocarburos en el país. Si bien en el periodo de altos precios internacionales del petróleo e incremento de producción se han registrado los mayores ingresos fiscales por concepto de regalías e Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH), la clara muestra que los mismos no han sido bien inverti dos es el retroceso en los indicadores económicos con previsibles efectos sociales en el corto y mediano plazo.

En promedio, a nivel nacional, una tercera parte de los ingresos fiscales del Gobierno General (Nivel Central, gobernaciones y municipios) dependen de la explotación de hidrocarburos, la realidad en los departamentos de Tarija, Santa Cruz, Chuquisaca y Cochabamba es mucho más compleja aún; de hecho, en el primero que se caracteriza por ser el principal productor de hidrocarburos, la dependencia del sector hidrocarburos significa el 70% de los ingresos fiscales disponibles para gastos e inversión pública.